Fisiología Renal
HÍGADO. FUNCIONES
El hígado es un órgano fundamental de nuestro organismo. Los hepatocitos están en contacto directo con el plasma que circula por los sinusoides hepáticos. Recordamos que en los sinusoides desemboca sangre oxigenada procedente de ramas de la arteria hepática y sangre con productos absorbidos de la digestión procedente de ramas de la vena porta. Las funciones metabólicas del hígado son esenciales para la vida:
• Participa en el metabolismo de hidratos de carbono, proteínas y lípidos 24
• Sintetiza todas las proteínas del plasma, a excepción de las inmunoglobulinas, incluyendo el complemento, los factores de la coagulación y las proteínas que transportan el colesterol y los triglicéridos • Secreta la bilis que contiene las sales biliares imprescindibles para la emulsión de las grasas antes de su digestión y absorción
• Transforma amoníaco en urea que es menos tóxica
• Almacena diferentes sustancias como hierro y vitaminas liposolubles
• Interviene en la activación de la vitamina D por la parathormona
• Metaboliza hormonas y fármacos para que los productos resultantes puedan ser eliminados por la orina o la bilis
BILIS. SECRECIÓN
Las células hepáticas o hepatocitos producen continuamente una pequeña cantidad de bilis que pasa a los canalículos biliares. La bilis es un líquido con una composición muy parecida a la del plasma y un pH entre 7 y 8 que contiene sales biliares, pigmentos biliares, colesterol, fosfolípidos (lecitina) y moco. A medida que pasa por los conductos biliares, las células epiteliales que revisten estos conductos le añaden un líquido acuoso rico en bicarbonato que constituye el 50% del volumen final de la bilis producida por el hígado en un día, que es de alrededor de 600-1000 ml. Después la bilis sale del hígado por el conducto hepático común y pasa al duodeno o se va almacenando en la vesícula biliar hasta que se descarga al duodeno. De modo que en el duodeno se produce la interacción del quimo, el jugo pancreático, la bilis y la propia secreción intestinal y, una vez que el quimo abandona el estómago, se expone primero a una digestión intensa en el intestino delgado antes de ser absorbido. Los ácidos biliares son el principal componente de la bilis.
Los ácidos biliares primarios son sintetizados por los hepatocitos a partir del colesterol y son el ácido cólico y el ácido quenodesoxicólico. Los ácidos biliares primarios se segregan normalmente conjugados con glicina o taurina y forman sales de diversos cationes (principalmente el Na+), llamándose entonces sales biliares. Las bacterias intestinales deshidroxilan estas sales y forman los ácidos biliares secundarios (ácido desoxicólico y ácido litocólico).
Las sales biliares son moléculas anfipáticas, es decir que poseen radicales hidrófilos e hidrófobos y cuando están en un medio acuoso forman agregados moleculares llamados micelas. En las micelas, los grupos hidrófilos están orientados hacia el agua, hacia el exterior, y los grupos hidrófobos hacia el interior. En la parte interna de las micelas se pueden incorporar lípidos como el colesterol o los fosfolípidos ya que los hepatocitos también segregan fosfolípidos y colesterol a la bilis (la bilis es el medio principal de eliminar colesterol del organismo) y como son insolubles en agua son transportados en las micelas de sales biliares. Si la concentración de colesterol sobrepasa la capacidad de la micela, entonces el colesterol precipita y forma cristales lo que supone un proceso esencial en el origen de los cálculos biliares de colesterol.
La bilis es también una vía de eliminación de los pigmentos biliares y otros productos de deshecho. El principal pigmento biliar es la bilirrubina que procede de la degradación del grupo hemo de la hemoglobina cuando los hematíes viejos son destruidos. La bilirrubina se une a la albúmina para ser transportada por la sangre 25 hasta el hígado. Los hepatocitos retiran la bilirrubina de la sangre en los sinusoides, y la conjugan con ácido glucurónico. Esta bilirrubina conjugada se secreta a la bilis (la bilirrubina es amarilla y contribuye al color amarillo de la bilis) y al llegar al colon, por acción de las bacterias intestinales, se desconjuga y se transforma en pigmentos que dan a las heces su color marrón y una parte de los cuales son absorbidos en el intestino y excretados en la orina dándole su característico color amarillo.
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